A principios de Septiembre del 2003 tuvo lugar una junta en el Taller de Arquitectura X, dirigido por Alberto Kalach, en el Centro Histórico de la Ciudad de México. La junta había sido convocada por Guillermo González Guajardo, quién llegó acompañado por un grupo de especialistas en diversos ramos: incluyendo la educación, la gestión administrativa, y la construcción de inmuebles. Entre los presentes se encontraba Antonio Argüelles quién había formulado la propuesta para un nuevo modelo educativo en zonas de bajo y mediano ingreso para todo el país y que avalaba con 13 años de experiencia como Director del CONALEP. Algunos sentados y otros de pie, los presentes fijamos nuestra atención en un mapa del Distrito Federal y el Estado de México ubicado a un extremo de la gran mesa en el salón de juntas. Juan Cordero Ingeniero Urbanista señalaba sobre el mapa las zonas que más crecimiento han experimentado en los últimos 10 años: desde Coacalco, Cuautitlán, e Ixtapaluca, hasta Ixtapalapa, Tecamac y Texcoco. Quedaba claro que el crecimiento desenfrenado había ido creado grandes vacíos en todas las áreas de servicios, la salud y la educación siendo los dos más importantes.

     En lugar de reacondicionar edificios existentes, se tomó la decisión de fundar las escuelas desde sus cimientos. Se trazó un plan a 3 años para construir 6 planteles y uno a 10 años en donde se proponía construir un total de 100 planteles a lo largo del territorio nacional. Para lograr tan ambicioso plan los agentes financieros tendrían que estar convencidos de la viabilidad económica del proyecto: el diseño, la planeación y la ejecución para la primera etapa no dejaban espacio alguno para el error. Fué ahí donde nacío el nombre que representa la ideología formativa de la institución: Nueva Escuela Tecnológica.

      Desde entonces 7 Escuelas en Coacalco, Cuautitlán, Ixtapaluca, Texcoco, Tecamac, Nicolás Romero y Ecatepec han abierto sus puertas con capacidad para atender las necesidades de ocho mil alumnos.