RENÉ TORRES

Atrapando algo tan efímero como un recuerdo, me di a la tarea de coleccionar todas las huellas físicas que quedaron tras una relación de pareja de 5 años. Recopilé costras, pedazos de piel, cabello, cartas, ropa, y todo rastro que cualquiera de los dos hubiera dejado en el espacio que compartimos, para después imprimirlos directamente sobre papel fotográfico mediante un proceso químico, explorando su volumen, forma, textura y opacidad. Estos fotogramas cuentan a partir de la ausencia, una parte de la historia que sería imposible contar de otra manera. 

Nuestra cultura se relaciona con el mundo principalmente a través la vista, sin embargo los demás sentidos guardan también memorias y significados que resultan a veces más poderosos e íntimos que los que fueron vistos. Experimentando con el tacto trabajo en el cuarto oscuro reproduciendo encuentros entre cuerpos, tocando el papel para imprimir el recuerdo del contacto: la textura, la presión y el volumen. A través de huellas cuento una historia que va más allá de la identidad de los sujetos.